De palas a retroexcavadoras: el nuevo paradigma del desarrollo con IA (by GhatGpt)

 En el mundo de la construcción, hubo un antes y un después con la aparición de la retroexcavadora. Antes, hacer una zanja requería a varios operarios con palas, trabajando durante horas bajo el sol. Luego llegó una máquina que no solo reemplazó a varios de ellos, sino que lo hizo más rápido, con mayor precisión y sin descanso.

Hoy, en el desarrollo de software, estamos viviendo una revolución similar.

De líneas de código a agentes inteligentes

Durante décadas, el desarrollo de aplicaciones con herramientas como GeneXus fue sinónimo de modelar, codificar, generar, probar y ajustar. Aunque GeneXus ya ofrecía una ventaja al abstraer muchos de estos pasos, la inteligencia artificial está empujando los límites aún más allá.

Los agentes de IA que escriben código, entienden requerimientos, generan pruebas automáticas, refactorizan programas o incluso diseñan interfaces, están transformando profundamente cómo se construyen las soluciones. Lo que antes requería un equipo entero durante semanas, ahora puede comenzar a resolverse en horas con un solo desarrollador apoyado por una batería de asistentes inteligentes.

La retroexcavadora digital ya está entre nosotros

Así como nadie en su sano juicio construiría una zanja a pala hoy en día si tiene acceso a maquinaria, tampoco tiene sentido enfrentar un desarrollo complejo sin aprovechar IA. No se trata de reemplazar al programador, sino de multiplicar su capacidad.

El desarrollador moderno debe convertirse en operador de esta nueva “retroexcavadora digital”: saber cómo usarla, cuándo intervenir manualmente, y cómo guiarla para obtener el mejor resultado.

¿Y qué pasa con GeneXus?

GeneXus, como plataforma low-code basada en modelos, está especialmente posicionada para aprovechar estos avances. Su enfoque declarativo, la separación clara entre modelo y código generado, y su integración con extensiones y asistentes, permite incorporar IA de forma natural.

Desde la generación de reglas y validaciones a partir de lenguaje natural, hasta la automatización de documentación o pruebas, la IA está empujando a GeneXus hacia un nuevo nivel de productividad.

Conclusión

No estamos ante una moda pasajera. Estamos ante una transformación de fondo. Así como la retroexcavadora cambió la forma de construir, los agentes de IA están cambiando la forma de desarrollar. Resistirse a adoptarlos es como aferrarse a la pala cuando la zanja puede estar lista antes del mediodía.

Pero esta nueva herramienta también exige algo más: capacitación. Así como para manejar una retroexcavadora se requiere un operador capacitado y no solo alguien con fuerza física, para supervisar y aprovechar al máximo los agentes de inteligencia artificial también se necesita un perfil técnico más sofisticado, capaz de entender el contexto, validar resultados y tomar decisiones estratégicas.

El futuro del desarrollo no es humano o máquina. Es humano con máquina. Y ese humano deberá estar mejor preparado que nunca.